jueves, 7 de mayo de 2009

Sin quererlo, mi alma se desangra.


Todo aquello que pude haber hecho por vos, nunca sabré si fue la causa de mi error.
Jamás pensé que yo podría ocasionar tanto daño, pero esa parece ser la verdad, estamos perdiéndonos mutuamente hoy, ¿y acaso ya no hay solución?

Y el otoño entrando en su fase final, junto al cansancio no me dejan recordar que hace
sólo unos meses atrás la brisa de la noche acariciaba nuestros rostros, pero este es el otoño en el que más hojas cayeron.

Mi sonrisa, tu alegría, hoy parecen ya no estar, y la única verdad es la distancia,
esa distancia que ayer parecía no existir, y de golpe apareció para disolver lo antes construido. Desgarró mi dolor.

No hay comentarios: