C a t a m a r c a.

Voy tachando los días en el calendario, faltan 31 para volver a verte.
El apuro, el ruido, la carencia de tiempo para uno mismo... no aguanto más esta ciudad.
Quiero volver, quiero que ya llegue el día, quiero que me abracen al despertarme, quiero que me abracen cuando me voy a dormir, quiero inundarme de sonrisas, ver bicicletas tiradas en la plaza, quiero llenarme de la paz de tus montañas...
Un año después siento las mismas ansias que el anterior. Quiero viajar para reencontrame con gente, quiero dejar más de lo que puedo, todo lo que aprendí este año que no te sentí bajo mis pies. Quiero contarte mis historias de amor, mis llantos y mis progresos, quiero reencontrarme conmigo; quiero dejar todo, hasta que no me quede nada; quiero dejar mi corazón entero y volver con el alma llena de amor, llena de VIDA...
Quiero que vuelen estos 31 días, para volver a sentir el perfume de tus flores, para ver el milagro de la naturaleza, para volver a sentirte a vos y a tu increíble gente, Catamarca mística; no puedo aguantar más.

Al señorito que regala sonrisas.

Eran las 7:05 a.m y yo estaba más despierta que nunca; este síndrome de faltar a mi costumbre por tantos días me trae mal. Y ahí estaba, sentada en la cama con la persiana alta... capaz con suerte te veía pasar y capaz con más suerte y sin que vos lo sepas me regalabas una sonrisota desde lejos que me alcance para todo el día. Y en este momento estás pasando, y pasaste serio y apurado, y por lo visto poco charlatán. Pero pasaste y te ví, y me sentí afuera, y alcanza para todo un día de té y anginas. Gracias por sonreírme a la mañana, señorito risueño.

¿Quién carajo soy?-

No sé quién soy, y creo que la vida es eso... no saber. Si tuviera más respuestas que ¿Porqué?, terminaría por ser todo en vano.
¿Quién soy hoy?, hoy soy alguien más del montón, como siempre. Hoy, soy alguien que trata de revivir cada vez que muere, siempre lo fuí; tal vez esa sea la respuesta más acertada.
Mis turbulentos primeros pasos, el amor y los barriletes; las burbujas y los llantos. Mis mascotas, mis primeros amigos.
Mi carácter fuerte, mis choques con el mundo.
Mi "madurez" en la pre-adolescencia, las enfermedades, las adicciones y de nuevo, el amor.
La infancia en la adolescencia, los amigos hermosos, las crisis, los miedos, las dudas... el desamor.
Las máscaras que se caen, los brazos que me sujetan para no caer con las máscaras, y el amor, el amor, el amor. El amor por la vida, el amor por mis amigos, y otro amor que nuevamente termina en un corazón roto.
Y las despedidas, y mi abuelo que se va a volar con los barriletes verdes y a cuidarme, y a que yo lo extrañe.
¿Qué quién soy?, soy una persona que vive para, por y con amor, que es su motor para vivir y morir, las fuerzas para levantarse cada vez que cae y vuelve a morir.
La de los ojos que vieron caos pero buscan flores, la de la mirada que habla por sí sola. La de la boca que dice todo y se calla todo. La misma boca que dice palabras que endulzan y otras que lastiman más de lo que a veces creé, o de lo que le gustaría. La que dice un 90% de lo que piensa, pero sólo un 10% de lo que siente.
La que vive los detalles como si lo fueran todo, la descuidada, la fría, la cariñosa, la hiriente. La suma de detalles durante 18 años, todo eso soy.